Los filtros purificadores de agua para el grifo son el aliado ideal para aquellos que no están del todo convencidos del consumo del agua del grifo. A pesar de que sea potable y que se puede consumir sin riesgo alguno, siempre está mejor darle una mayor calidad purificándola.
La principal función de estos filtros es la de purificar todas las impurezas que puedan estar presentes en el agua, incluyendo así el cloro, los compuestos orgánicos, metales y bacterias.
Escoger un filtro purificador de agua para el grifo no es tan fácil como puede parecer, ya que existen múltiples modelos en el mercado que ofrecen diferentes funciones.
Por qué se recomienda el uso de filtros purificadores de agua
Desde hace algunos años el interés por el agua que consumimos va en aumento. Esto se debe a la preocupación por el cambio climático y la contaminación, temas que cada vez están más presentes en la vida cuotidiana de las personas.
La compra de agua embotellada, es un factor que agrava esta situación, lo que conlleva a que muchas familias se planteen el uso de filtros de agua en casa como alternativa a este consumo de plástico de un solo uso.
Estos filtros nos permiten atrapar y eliminar las partículas que pueden ser nocivas para nuestra salud mediante el uso de diferentes agentes neutralizadores.
Diferencia entre filtrar y purificar el agua
Purificar el agua implica limpiar las impurezas que esta contenga, para entender su significado, basta con saber que el agua proviene de fuentes naturales, lo que hace que no sea 100% pura, ya que contiene elementos inherentes a la misma fuente como minerales, sales, materia orgánica, entre otros. Purificar el agua implica eliminar todos aquellos elementos “no deseados” que esta contenga para su consumo.
Por otro lado, el método de filtrar el agua se basa simplemente en el uso de un elemento filtrante o malla que retiene las partículas sólidas del agua. Los dos sistemas de filtraje más comunes son los filtros de sedimentos y los filtros de membranas.
La principal diferencia entre estos métodos es que mientras que “purificar” implica eliminar elementos microscópicos disueltos en el agua, la filtración se centra en retener los sedimentos o impurezas sólidas que estén suspendidas en el agua.
Tipos de filtros de agua
Filtros de agua de ósmosis inversa
Son un tipo de filtro que no requiere de una gran inversión y es muy sencillo de utilizar. Tan solo se debe colocar debajo del fregadero, de modo que el agua que procede de las cañerías llega ya purificada al grifo de la cocina (o cualquier otro grifo donde se quiera poner).
Este filtro es una membrana semipermeable que permite remover minerales y eliminar iones de agua, su principal finalidad es la de eliminar las partículas más grandes. Funciona aplicando una presión al agua para empujarla a través de la membrana mencionada anteriormente, con este mecanismo se ejerce el filtrado del agua.
Filtros de carbono
Los filtros de carbono, son el tipo de filtro más recomendado para los hogares, ya que elimina bacterias y partículas sólidas. Se compone de pequeños fragmentos de carbón en formato granulado que han sido tratados para mejorar su porosidad. Cuando el agua pasa por los filtros de carbón activo, los productos químicos quedan atrapados en el carbón y el resultado es un agua mucho más limpia.
Es recomendable el uso de este tipo de filtros, ya que permite aprovechar al máximo los beneficios de este mineral y evitar así posibles toxinas que se hayan evaporado junto con el agua.
Filtros portátiles de sobre mesa
Los filtros portátiles de sobre mesa permiten mejorar ligeramente la calidad del agua. Dependiendo del cartucho intercambiable que se le monte puede sacar todo el cloro, descalificar o sacar sedimentos. Dependiendo del modelo se pueden encontrar con adaptador cromado para enroscarlo en la salida del grifo de la cocina o del baño.