El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo. La creación de este día surgió el año 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro. Se celebra desde el año 1993.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Agua?
El agua es un elemento imprescindible de la naturaleza. Y el agua dulce lo es para la vida humana, pero la cantidad disponible de esta es escasa. Su disponibilidad no solo depende de factores climatológicos, también depende de las actividades humanas y del uso que hacemos de ella. Del total de agua que existe en la Tierra, solo un 2,5% es agua dulce, el resto es agua salada. Tenemos un papel importante en el ciclo hidrológico porque el consumo de agua aumenta cada año, debido al crecimiento de la población. Si al consumo humano le sumamos los contaminantes y residuos químicos y agrícolas que se desechan a las aguas, se reduce la cantidad de agua potable. Además, hay que sumar las condiciones meteorológicas, ya que el cambio climático también afecta a la disponibilidad de agua, y se estima que en los próximos años sea responsable de un 20% del incremento de la escasez de agua.
Por eso, cada año se destaca un aspecto concreto en relación al agua. El Día Mundial del Agua sirve a los diferentes Estados y a la sociedad para compartir problemas actuales relacionados con el agua y afrontar la crisis mundial del agua, además de poder plantear cambios para el futuro.
En años anteriores se celebró este día donde los temas centrales fueron: “Agua y salud” el año 2001 o “Afrontar la escasez del agua” el año 2007. Este año 2018, el tema central será “La respuesta está en la naturaleza”. Se pretende concienciar y sensibilizar a la población sobre el papel esencial del agua para la naturaleza y su importancia para la preservación de los ecosistemas existentes. La crisis mundial del agua es la consecuencia de una gestión de este recurso indispensable para la supervivencia de todos los seres vivos. En España, se centra en la situación del agua actualmente, en la problemática de la sequía (los embalses están con menos de un 50% de su capacidad) y en la importancia de generar concienciación sobre la cultura del ahorro del agua, para saber tratar los recursos hídricos por parte de todos y conseguir hacer frente a este problema, un problema de todos.