Hoy os hablamos de una entrevista que leímos en el diario El País que queremos compartir con todos vosotros.
La entrevista en cuestión la protagoniza Jamal Qureshi, un bróker de Wall Stret que por motivos personales viajó al archipiélago Svalbard, en Noruega. Una vez allí, decidió coger un trozo de hielo perteneciente a un iceberg a la deriva, para que su esposa pudiera preparar té. Parece una anécdota curiosa de un viaje, pero es mucho más que eso. Estos fueron los inicios en el mundo empresarial del agua de Jamal Qureshi y de su producto Svalbardi, agua de lujo embotellada con muy baja mineralización, con un coste de 94€ por 750 ml. Esta agua se obtiene a través de la extracción de 30 toneladas de hielo al año de los icebergs a la deriva. La pretensión del negocio es vender entre 25.000-30.000 botellas al año. Según declaraciones del empresario, para realizar esta agua, no se utilizan aquellos icebergs necesarios para los osos polares y otros tipos de animales. Por otro lado, la empresa tiene el certificado de libre de carbono.
Uno de los principales argumentos en contra de la producción de este tipo de agua de lujo es el gran impacto medioambiental que produce, ya que la presencia de barcos en esta zona tan afectada por el cambio climático es importante, así como el impacto medioambiental del coste de la producción de las botellas.
Además, en contra de las declaraciones del empresario, los icebergs a la deriva sí que son importantes puntos de apoyo y descanso para los osos polares y otros animales. También para huir de depredadores marinos o incluso, para tomar el sol.
Por otro lado, otro hecho que no se ha tenido en cuenta es la presencia de partículas que una vez estuvieron en suspensión y ahora se hallan almacenadas en el hielo del ártico, como las cenizas de origen volcánico o el polvo atmosférico. ¿Está esta agua tratada para eliminar las restas de impurezas?
Es por ello que la osmosis inversa permite disfrutar de agua de baja mineralización sin impurezas de ningún tipo, a un coste económico bajo y sin ningún impacto medioambiental.
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